Guerra anti-imperialista que, entre 1914 y 1918, confronto intereses económicos - políticos de los viejos y los nuevos estados imperialistas.
CAUSAS:
Las causas de este conflicto militar que desembocaría en la "Gran Guerra" o "Primera Guerra Mundial" comenzó en Europa central en agosto del año 1914, incluía muchos factores insurreccionados, incluyendo los conflictos y antagonismos de cuatro décadas anteriores a la guerra. El militarismo, las alianzas, el imperialismo y el nacionalismo jugaron un papel muy importante en el conflicto.
Los orígenes inmediatos de la guerra estuvieron en las decisiones adoptadas por los gobernantes y los generales durante la Crisis de julio del 1914, la chispa o "Casus belli", expresión latina traducible como "motivo de guerra", fue el el asesinato del archiduque Francisco Frenando, Archiduque de Austria-Hungría y de su esposa la duquesa Sofía por Gavrilo Princip, quien era miembro del grupo bosnio "Joven Bosnia", manejado por el grupo nacionalista "Mano Negra", que apoyaba la unificación de Bosnia con Serbia.
*Consecuencias:
La gran guerra, por su duración, extensión y virulencia, trajo grandes repercusiones en todos los ámbitos conocidos como económico, político, demográfico, social e ideológico.
Las clases medias salieron empobrecidas del conflicto, en
tanto que surgieron nuevas fortunas
relacionadas con la producción de armas y la especulación de víveres. Las masas obreras sufrieron una importante pérdida del poder
adquisitivo de sus salarios a causa de la inflación
y fueron protagonistas de una intensa agitación laboral, concretada en una
oleada de huelgas que se hicieron eco
de la revolución bolchevique rusa.
Un país especialmente
sensible a la crisis y a la agitación social fue Alemania, obligada tras los tratados de paz a indemnizar
a los vencedores con ingentes sumas de dinero.-Mientras que en cuestiones ideológicas, la sociedad de la posguerra fue presa de una profunda crisis de conciencia. Las secuelas del conflicto llevaron al cuestionamiento de los modelos político, social y económico imperantes desde inicios del siglo XX. El imperialismo que partía de supuestos europeo centristas, otorgando a la civilización occidental la superioridad sobre las restantes, fue puesto en tela de juicio por los pueblos colonizados que, sirviéndose de un incipiente nacionalismo, comenzaron a reivindicar la independencia respecto a sus metrópolis. Surgió un peculiar tipo social: el del inadaptado a la paz y nostálgico de la guerra, que constituyó el soporte de movimientos nacionalistas revanchistas y radicales que progresaron durante el período de entreguerras. Muchos excombatientes quedaron excluidos de la vida laboral y fueron presa de un profundo desánimo al considerar que la sociedad los había excluido sin el reconocimiento de su esfuerzo y sacrificio. Hubo colectivos que no aceptaron el fin de la guerra y denunciaron los tratados de paz hecho especialmente significativo en Alemania donde Hitler denunció lo que consideraba injusta supeditación de su país a los tratados de paz . La pérdida de valores humanistas se reflejó en el arte, la literatura y la música e sirvió de empuje a movimientos como el expresionismo y el surrealismo.
Tratados firmados despues del holocausto:
Después
de la devastación de la Primera Guerra Mundial, las Potencias Occidentales
victoriosas impusieron una serie de duros tratados a los países derrotados.
Estos tratados despojaron a las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría,
junto con la Turquía otomana y Bulgaria) de importantes territorios y les
impusieron significativos pagos de compensaciones. Casi nunca antes el mapa de
Europa se había visto alterado tan fundamentalmente. Como consecuencia directa
de la guerra, los Imperios alemán, austro-húngaro, ruso y otomano dejaron de
existir. El Tratado de Saint-Germain-en-Laye del 10 de septiembre de 1919
estableció la República de Austria, formada por la mayoría de las regiones de
habla alemana quitadas al Estado de los Habsburgo. El Imperio Austríaco cedió
tierras de la corona a Estados sucesores recientemente establecidos como
Checoslovaquia, Polonia y el Reino de los eslovenos, croatas y serbios al que
se llamó Yugoslavia en 1929. También cedió el Tirol del Sur, Trieste, Trentino
e Istria a Italia, y Bucovina a Rumania. Un importante punto del tratado
impedía que Austria comprometiera su reciente independencia. Esta restricción
le prohibía efectivamente que se unificara con Alemania, un objetivo largamente
deseado por los "pangermanistas" y una atractiva meta para el
austríaco Adolf Hitler y su Partido Nacionalsocialista (Nazi). La otra parte de
la Monarquía austrohúngara, Hungría, también se convirtió en un Estado
independiente: en virtud de los términos del Tratado de Trianon (noviembre de
1920), Hungría le cedió Transilvania a Rumania; Eslovaquia y Rutenia
Transcarpática a la recientemente formada Checoslovaquia; y otras tierras de la
corona húngara a la futura Yugoslavia. El Imperio Otomano firmó el Tratado de
Sèvres el 10 de agosto de 1920, que puso fin a las hostilidades con las
Potencias Aliadas; pero poco después comenzó la Guerra de la Independencia
Turca. La nueva República de Turquía, establecida como consecuencia, firmó el
Tratado de Lausana en 1923, que invalidó al de Sèvres y dividió efectivamente
al antiguo Imperio Otomano. En enero de 1918, unos diez meses antes del final
de la Primera Guerra Mundial, el presidente estadounidense Woodrow Wilson había
escrito una lista de objetivos propuestos para la guerra a los que llamó los
"Catorce puntos". Ocho de estos puntos trataban específicamente sobre
acuerdos territoriales y políticos relacionados con la victoria de las Potencias
de la Entente, incluyendo la idea de la autodeterminación nacional de las
poblaciones étnicas de Europa. El resto de estos principios se concentraba en
evitar la guerra en el futuro, y en el último proponía que una Liga de Naciones
arbitrara futuras contiendas internacionales. Wilson esperaba que su propuesta
diera lugar a una paz justa y duradera, una "paz sin victoria" a fin
de terminar la "guerra para poner fin a todas las guerras". Cuando
los líderes alemanes firmaron el armisticio, muchos de ellos creían que los
Catorce Puntos formarían la base del futuro tratado de paz, pero cuando los
jefes de gobierno de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia se
reunieron en París para discutir los términos del tratado, el contingente
europeo de los "Cuatro Grandes" tenía otros planes. Como consideraban
que Alemania era el principal instigador del conflicto, las Potencias Aliadas
europeas finalmente impusieron en el tratado obligaciones particularmente
estrictas sobre la derrotada Alemania. El Tratado de Versalles, presentado a
los líderes alemanes para que lo firmaran el 7 de mayo de 1919, forzaba a
Alemania a ceder territorios a Bélgica (Cantones del Este), Checoslovaquia
(distrito de Hultschin) y Polonia (Poznan, Prusia Occidental y Alta Silesia).
Alsacia y Lorena, anexadas en 1871 después de la Guerra Franco-Prusiana,
volvieron a Francia. Todas las colonias alemanas de ultramar se convirtieron en
Mandatos de la Liga de Naciones, y la ciudad de Danzig, con mayoría étnica
alemana, se convirtió en una ciudad libre. El tratado exigía la
desmilitarización y la ocupación de la región del Rin, y un estatus especial
para el Saarland bajo control francés. El futuro de las áreas del norte de
Schleswig en la frontera entre Dinamarca y Alemania y partes de Alta Silesia se
determinaría mediante plebiscitos. Quizás la parte más humillante del tratado
para la derrotada Alemania era el Artículo 231, comúnmente conocido como
"Cláusula de Culpabilidad de la Guerra", que obligaba a Alemania a
aceptar la responsabilidad absoluta del inicio de la Primera Guerra Mundial.
Como tal, Alemania era responsable de todos los daños materiales, y el primer
ministro de Francia, Georges Clemenceau, insistió particularmente en imponer
enormes pagos de compensación. Conscientes de que Alemania probablemente no
podría pagar una deuda tan elevada, Clemenceau y los franceses de todos modos
temían enormemente que Alemania se recuperara con rapidez y emprendiera una
nueva guerra contra Francia. Por lo tanto, en el sistema de tratados de la
posguerra, los franceses intentaron ponerle trabas a los esfuerzos alemanes por
recuperar su superioridad económica y rearmarse. El ejército alemán se
limitaría a 100 mil hombres y se prohibiría el servicio militar obligatorio. El
tratado restringía la Armada a buques de menos de 100 mil toneladas y contenía
una prohibición de adquirir o tener una flota de submarinos. Además, Alemania
tenía prohibido tener fuerza aérea. Alemania estaba obligada a llevar adelante
juicios por crímenes de guerra contra el káiser y otros líderes por emprender
una guerra de agresión. El Juicio de Leipzig, sin el káiser ni otros líderes
nacionales importantes en el banquillo de los acusados, tuvo como consecuencia
principalmente absoluciones y fue ampliamente percibido como una farsa, incluso
en Alemania. El recientemente formado gobierno democrático alemán vio al
Tratado de Versalles como una "paz impuesta" (Diktat). Sin bien
Francia, que había sufrido más en el plano material que los demás miembros del
grupo de los "Cuatro Grandes", había insistido en la dureza de los
términos, el tratado de paz en última instancia no ayudó a resolver las
disputas internacionales que habían dado origen a la Primera Guerra Mundial.
Por el contrario, tendía a impedir la cooperación intereuropea y complicaba más
los problemas subyacentes que habían causado la guerra en primer lugar. Los
horribles sacrificios de guerra y las tremendas pérdidas de vidas, sufridas por
todas las partes, pesaron enormemente no solo sobre los perdedores del
conflicto, sino también sobre los combatientes del lado ganador, como Italia,
cuyos botines de posguerra parecían no guardar relación con el precio que su
nación había tenido que pagar en sangre y bienes materiales. Para las
poblaciones de las potencias derrotadas -- Alemania, Austria, Hungría y
Bulgaria -- los respectivos tratados de paz parecían un injusto castigo. Sus
gobiernos, ya fuera democráticos como los de Alemania o Austria, o
autoritarios, como el caso de Hungría e, intermitentes, en Bulgaria,
rápidamente recurrieron a la violación de los términos militares y financieros
de los acuerdos. Los esfuerzos por revisar y desafiar las disposiciones más
pesadas de la paz se convirtieron en elementos clave en sus respectivas
políticas exteriores y resultaron ser elementos desestabilizadores para la
política internacional. Por ejemplo, la cláusula de culpabilidad de la guerra,
los pagos de compensación que conllevaba y las limitaciones militares alemanas
eran particularmente pesados para la mentalidad de la mayoría de los alemanes. La
revisión del Tratado de Versalles representaba una de las plataformas que le
dio a los partidos de extrema derecha de Alemania, incluso el Partido Nazi de
Hitler, una enorme credibilidad ante la mayoría de los votantes a comienzos de
la década de 1920 y 1930. Las promesas de rearme, el reclamo del territorio
alemán, particularmente en el este, la remilitarización de la región del Rin y
la recuperación de la prominencia entre las potencias europeas y mundiales
después de una derrota y una paz tan humillantes alimentaron el sentimiento
ultranacionalista y contribuyeron a que el promedio de los votantes a menudo
pasara por alto los principios más radicales de la ideología nazi.
Acontecimientos históricos en ese periodo:
1914
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1915
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1918
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